Buscar este blog

domingo, 18 de marzo de 2012

Perspectiva. ∞

En cierto modo, el tiempo pasa, la gente cambia y los que no lo hacemos echamos de menos a los que nos dejan atrás.
Echamos de menos esos buenos días chillando, o ese "despieeeeeeeeeeeeeeeerta dormilona" que era lo único que nos hacia sonreír algunas mañanas. Echamos de menos esos saludos estúpidos que solo sabíamos nosotros dos, que solo tenían sentido para nosotros. Esas frases incomprensibles y esos momentos que no se podrían a volver a repetir en siglos. TODO es especial según como queramos verlo, TODOS somos especiales depende de quien nos mire, pero el problema es que todos somos indispensables, más tarde o más temprano prescinden de nosotros.
Las personas somos como los pañuelos; podemos ser usados para secar las lágrimas cuando nos necesitan pero cuando ya nos han empapado con un poquito de ellos nos tiran a la basura. No somos más que eso, un reflejo de lo que los demás quieren que seamos.
El problema, es que ese pañuelo sigue mojado cuando se tira y esta empapado de recuerdos, que duelen; que lo rompen por dentro y por fuera, que destrozan su sonrisa, y los hace inmunes a todo o eso hacen ver a los demás una carcasa vacía, inerte, sin corazón, incapaces de sentir amor o piedad por alguien porque es así como quieren que se les vea, pero con el tiempo te dejas hacer de nuevo y te vuelven a hacer el mismo daño.
Acabarás por convertirte en un ermitaño  que no quiere sentir nada por nadie, ni siquiera por si mismo que no quiere ver la luz del sol cada mañana y que prefiere vivir en un lugar oscuro con las persianas bajadas, y el único que puede entenderlo, el silencio. Pero daría lo que fuera porque el silencio estuviera acompañado por una balada en tono lúgubre y triste, que a su vez le despertara del letargo en el que vive y que le haga comprender que estás solo en el mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario