Buscar este blog

domingo, 4 de marzo de 2012

El tiempo enseña. †

Muchas veces nombramos mil veces a algo o a alguien en vano o sin pensar en las consecuencias que eso acarrea. Otras tantas te pone delante de las narices a alguien que hace que se te olvide el nombre de aquello que hacía tantísimo tiempo que no podías borrar de tu cabeza, hace que te sientas bien contigo mismo, que te sientas tú otra vez. Aunque no sepa nada de ti ni tu de él, hay veces que no hace falta más.
Puede que no haga falta nada más que un abrazo a una persona abrazable o una tontería tan estúpida como un pintauñas azul para encontrar a alguien diferente, para cruzar destinos que en algún momento habían estado próximos y se bifurcan.
Ojalá encuentre más momentos como estos últimos.

Bitelchús, Bitelchús, Bitelchús.

No hay comentarios:

Publicar un comentario