Rutina.

Hoy empieza de nuevo la rutina, en cierto modo algo de ella echaba de menos. Aunque antes me gustaban mucho más, quizá eso es lo que me gusta de esta misma, pensar que todo pueda volver a repetirse...
Las tardes paseando o esos viernes por la tarde corriendo como una tonta, pero las cosas no vuelven; la vida sigue y la gente madura (o al menos eso dicen) y aquí estoy con un rico arroz con leche entre las manos y la boca llena de canela, el olfato me dice que ese olor es importante para mi, que tantas otras veces me ha traído buenos momentos...
No puedo escribir, a decir verdad, hoy nada me motiva para hacerlo por desgracia mi vida últimamente se ha vuelto algo neutra, río por reír y lloro por llorar y me pesan los pies cada día un poco más, porque realmente aquello por lo que río es incoherente y aquello por lo que lloro solo me hace daño.
Pero sigo esperando el día en el que pueda decir que vuelvo a llorar y reír de felicidad, de cosquillas... Que tengo agujetas de reír y no parar, el día que me duela la boca de tanto sonreír o no sentir los labios de tanto besarte, el día que no pueda mover los brazos porque los tenga dormidos de tanto abrazar o simplemente el día que tenga las manos llenas de arena para que lo que escriba en la playa sea eterno de verdad.